Señor Dios Todopoderoso, Creador del Cielo y de la Tierra, me acerco a
Ti con humildad, reconociendo tu poder y tu amor infinito. Te imploro, Dios
misericordioso, que extiendas tu mano sanadora sobre mí, cubriéndome con la
preciosa sangre de tu hijo Jesucristo, quien dio su vida para redimirnos de
todo mal y enfermedad.
En tu bondad infinita Señor, te pido que alejes de mí cualquier
enfermedad, dolencia o aflicción que pueda afectar mi salud física, mental o
espiritual. Que tu poder sanador fluya a través de cada célula de mi cuerpo,
restaurando mi salud y vigor de manera completa y permanente.
Te ruego, Dios Todopoderoso, que me concedas la gracia de disfrutar de
una salud duradera y plena, para que pueda servirte y glorificarte con todo mi
ser. Que tu luz divina brille sobre mí, disipando toda sombra de enfermedad y
fortaleciendo mi espíritu para enfrentar cualquier adversidad con fe y
confianza en ti.
Cúbreme Señor, con tu protección y tu amor, guárdame de todo mal y
peligro. Que tu poderosa mano me sostenga en todo momento, guiándome por el camino
de la salud y el bienestar.
Señor soy consciente que la enfermedad pudo haber llegado a mí debido a
mis malos hábitos o a que no le he dado a mi cuerpo el cuidado que merece. Te
pido que me enseñes las maneras adecuadas en las que debo cuidar mi cuerpo. Enséñame
a solo consumir alimentos sanos y a aprender de los métodos naturales que tú
nos has dejado para siempre disfrutar de buena salud.
Te agradezco, Dios Amoroso, por escuchar ésta súplica y por obrar en mi
vida con tu amor. Señor a partir de éste momento creo que Tú ya me has sanado,
en éste instante en el que estoy elevando ésta oración a Ti. y confió en tu promesa de
sanidad. Ayúdame a aceptar tu voluntad soberana y dame fuerzas para superar
ésta prueba.
En el precioso nombre de tu hijo amado Cristo Jesús, Amén.