Dios misericordioso, en este momento de angustia y preocupación, recurro a Ti en busca de alivio. Con humildad te pido que me liberes de la ansiedad y los nervios que me agobian. Concédeme tu paz divina, oh Señor, para que pueda encontrar descanso en medio de la tormenta.
Te entrego mis preocupaciones y miedos, sabiendo que Tú eres mi refugio y mi fortaleza. Ayúdame a confiar en tu amor inquebrantable y en tu cuidado constante. Renueva mi mente y mi espíritu, dándome la calma y la serenidad que tanto necesito.
Señor, que tu presencia disipe toda ansiedad y que tu paz llene mi corazón. Fortaléceme con tu poder y permíteme descansar en tu amor eterno. En ti confío, oh Dios, y sé que nunca me abandonarás.
Encomiendo mis preocupaciones a tu cuidado amoroso, confiando en que Tú obrarás en mi vida de acuerdo a tu voluntad perfecta. En el nombre de tu Hijo Amado Cristo Jesús, Amén.